Sin duda son tantas las cascadas en un radio de 100 km; la Lloviznosa, los Chorros, el Salto, el Meco, Minas Viejas, Micos, Puente de Dios, el Paraíso, California, el Aguacate, las Cascaditas, etc., que no se sabe ni por dónde empezar.
Pero como buena turismóloga, siempre he preferido visitar “menos sitios” y hacerlo bien, a querer abarcar todo y no poder cumplir con el itinerario por falta de tiempo. Además siempre están los imprevistos, y más cuando decides explorar por tu cuenta algunos lugares sin contratar un paquete turístico.
Definitivamente en nuestra lista estaba la cascada de Tamul, siendo el salto de agua más grande del estado de San Luis Potosí, con 105 metros de altura en la cima del cañón del río Santa María, ubicada en el municipio de Aquismón, a 45 minutos de Ciudad Valles, la puerta del infierno!
Manejando desde la capital de San Luis Potosí, entramos por la comunidad El Naranjito, y justo donde el camino se bifurca, nos topamos con algunos colegas, quienes esperaban con chalecos salvavidas a sus próximos clientes. Les preguntamos cuál era el camino para la cascada de Tamul, a lo cual uno de ellos nos recomendó la ruta empedrada “por arriba”, siendo la menos concurrida. Además yo creo que vio nuestro estilo aventurero y seguro pensó que sí la hacíamos. Ya que de haber sido personas mayores, no creo que hubiera sido recomendable bajar hasta la cascada como lo hicimos, por esas empinadas escaleras de bomberos de más de 10 metros de largo.
Así que si escoges este camino, de una vez prepárate para caminar y sudar junto al río Gallinas, mismo que cae sobre otro río de nombre «Santa María». El primer acceso al ejido costó $20 y la entrada por persona $40, que incluye un espacio para estacionar tu coche y unos baños con regaderas.
Entrada la primera semana de Julio, el río llevaba bastante agua, no se diga la cantidad de mariposas que volaban y se alimentaban a medio día. Afortunadamente el camino está muy bien trazado para llegar hasta abajo, mientras disfrutas de algunos chapuzones en las pozas. Es muy importante que sepas nadar, porque además de las profundidades, la corriente es bastante fuerte, aunque desde afuera no lo parezca. Te recomiendo un calzado tipo “trekking sandals” para poder caminar sobre las piedras resbalosas, lodo, arena y tener mejor agarre, traje de baño y por supuesto tu botellón de agua rellenable para saciar la sed.
Al regreso puedes pasar por un tentempié con la señora de los chicharrines, para contribuir a la economía local y no llevar basura a este increíble lugar.
Ale Rots
Vivencias México®
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