Además de ser uno de los centros mineros más antiguos e importantes de México, Taxco se distingue por sus callejones empedrados y techos de teja sobre fachadas blancas.
Sin duda la mejor forma de explorar esta ciudad es a pie; ya que no faltará una fuente que te invite a sentarte o una escena para fotografiar.
La visita comienza en el Templo de Santa Prisca, obra impactante por su estilo barroco novohispano que enmarca el espacio acogedor conocido como plaza Borda. A unos cuantos pasos podrás visitar el museo arqueológico Guillermo Spratling y el Museo de Arte Sacro Virreinal.
Diferentes plazuelas te conducen por el encanto de esta población que seguramente te incitará a observarla desde el mirador del Cristo donde la vista es increíble. Pero si te interesa adentrarte en el paisaje no deberás perderte la cascada de Cacalotenango localizada a tan sólo 15 minutos de este parador.
“Un guía de turistas te sorprenderá con los pequeños detalles y te contará cosas que no sabías” Rots.
En busca de la cascada nos adentramos en una amplia zona boscosa de coníferas rumbo a Ixcateopan de Cuauhtémoc donde conocimos a pie de carretera a Nicolás Zamora, quien nos hizo una señal de reducir la velocidad. Al bajar la ventanilla para preguntarle sobre nuestro destino, fue él quien nos propuso llevarnos a la grandiosa caída de agua. Nos dijo que lo siguiéramos y en un dos por tres ya estaba sentado sobre una tabla con cuatro llantas, objeto mejor conocido como una avalancha de manufacción casera. Aprovechando la pendiente de la última curva Nicolás se impulsó con ambas manos sobre el asfalto y nosotros obedientes seguimos el ritmo de su ingenioso medio de transporte.
Nico tiene 12 años, acaba de entrar a la secundaria y en su tiempo libre le gusta cuidar a sus animales. Tiene dos hermanos y los fines de semana ofrece recorridos en la región. A decir verdad es un grandioso guía que nos cuenta y explica detalladamente el entorno en el que ha crecido.
Inmediatamente que uno toma el sendero para subir el cerro todo se convierte en naturaleza llena de vida y curiosidades como los tatuajes naturales; hojas cuya tinta amarilla se encuentra escondida ante la vista de cualquier transeúnte.
Cada año en el mes de octubre toda la población de Cacalotenango sube a la pequeña capilla que continúa en construcción donde la historia cuenta que la Virgen de Fátima se apareció en una pequeña poza. Desde entonces es lugar de veneración y congregación no sólo de los habitantes sino de Chinelos y gente que quiera velar la imagen hasta pasadas las 3 de la mañana.
Nico tiene una voz muy tierna, siempre tiene algo que contarnos y responde a nuestras preguntas amablemente. Nos enseñó que el trébol de 4 hojas cada vez que lo sumerges en agua cambia de color a plata y que las gallinitas ciegas conocidos como “nixticuil” son el elíxir para los cochinos cuando los sacan a pastar.
Debido a la humedad de la región encontramos un hongo color naranja más grande que la palma de mi mano. Y después de treparnos a un árbol de ciruelas, entendí que esa era la fruta que estaban vendiendo en el mercado a pesar de que todavía no han madurado.
La cascada hace honor al nombre de cola de caballo, también “platea” y deja ver un arcoíris dependiendo de la hora en que se visite.
Nicolás aprovecha cada oportunidad para transmitir sus conocimientos como el gusano borrego, una especie que tiene pelo blanco del cual hay que tener cuidado si no como dice él hay que salir corriendo y apretar bien el huarache.
Hasta pronto Nicolás!
Vivencias México
Leave a Reply