“La tierra es un paraíso que se ofrece ante cualquier aventurero… solo hace falta recorrerla para quedar atrapado en el vicio del andar.” Ale Rots
Hoy les compartimos la experiencia de nuestro viaje a SAN JUAN RAYA, cuyo nombre deriva del santo patrono San Juan Bautista y la “raya” que divide el estado de Puebla y Oaxaca. Ambos estados comparten la reserva de la biósfera llamada Tehuacan – Cuicatlán, única en el mundo por su diversidad de flora y fauna.
Más de 490,000 hectáreas hacen posible un ecosistema lleno de secretos enterrados en el pasado, que ahora afloran para ser reconocidos por paleontólogos, antropólogos, historiadores, biólogos y viajeros empedernidos.
Tomando la carretera hacia Huaujapan, Oaxaca el paisaje va cambiando lentamente y en un suspiro uno se encuentra rodeado de cactáceas y plantas endémicas que hacen en conjunto un paisaje rodeado de cerros y un verde inigualable muy especial.
Pasando Zapotitlán Salinas, a unos tres kilómetros se encuentra señalizada la desviación a la comunidad de San Juan Raya conformada por tan sólo 250 habitantes, quienes unidos para dar a conocer y preservar su patrimonio, ofrecen diferentes recorridos ecoturísticos como “Huellas de dinosaurios”, “Parque de las turritelas”, “coyotes en el desierto” y “olas al atardecer”, entre otros.
A veces nos cuesta trabajo creer la historia de los dinosaurios y que gran parte de nuestro planeta estaba cubierto de mar, pero sin duda San Juan Raya nos confirma el hecho de que los Saurópodos existieron y que nuestro mundo al igual que el cerro del mono ha sido testigo de la vida de millones de seres vivos.
En cada tour los visitantes van acompañados de un guía local, quien conoce la zona y está capacitado para identificar las plantas y explicar tanto el uso de ellas como su nombre científico.
No hay que perderse las paletas heladas de sabores étnicos como xoconostle, garambullo, pitaya, pulque o tepache que calman la tremenda sed del desierto. También se pueden adquirir productos naturistas hechos en la comunidad como shampoo, jarabes o pomadas curativas.
Tan solo una probadita del sueño de cualquier naturalista!
VIVENCIAS MEXICO
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